Esta es una de esas tartas que merece la pena ver. Se lleva la palma, por el momento en tiempo de montaje y decoración. ¡¡¡Siete horas!!! ¿Por qué? Porque a la dificultad de la tarta le sumamos nuestro nivel de exigencia. Que no, que el color no es ese, que necesitamos hacer un efecto tornasolado, cómo vamos a hacer las cuerdas. . . Y así se pasaron las horas. Pero el resultado fue espectacular. Para que podáis comprobarlo os muestro una foto real de la guitarra y las de la tarta. Vosotr@s diréis:
¿Qué os parece? Me contaron que Alba se quedó boquiabierta, a puntito estuvo de agarrar su tarta y ponerse a tocar ¡¡jajajaja!! Lo hace genial y deberíais oírla cantar, una auténtica maravilla.
¡¡Hasta mañana!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario. Nos encanta saber que has pasado por aquí, un beso!!