¡¡Hola!! Si os digo a dónde se fue esta tarta no os lo creéis. ¡¡¡¡A Estados Unidos noooooo!!!!

¡¡Es que os estaba viendo venir!! A Madrid, se fue hasta Madrid. Ya veis, la interesada se pone en contacto con nosotras, a mí algo me dice que no es de este entorno, le pregunto y ¡zasca!, me dice que vive en la capital. Le digo: "pues nada, encantada, hasta otra". Y me dice que ni hablar, que ella ha visto nuestro trabajo y le gusta el nuestro y punto pelota. Yo le digo que en España hay un porrón de gente que hace repostería creativa y que estarían encantadas de hacerle su tarta, yo puedo recomendarle a alguien que le quede cerca. Insiste. Es un encanto y facilita mucho las cosas.
Pos no se hable más, la tarta se hace y se manda hasta el centro de España y punto. Me podéis creer que esa semana me quedé a un
ná de la úlcera de estómago. Qué agobio sólo de pensar que la tarta no llegaría, que llegaría destrozada,¡¡ yo que sé!! tuve pesadillas y todo

. Eso sí, la tarta tenía que ser lo más sencillita posible. Querían hacer una despedida "emigrante" para unos amigos que iban a buscarse la vida a EEUU. Y resultó así:
¿Qué os parece? Por dentro todo chocolate con leche, llegó intacta y se la comieron todita en el primer asalto. Suerte a los emigrantes, ¡¡hasta la próxima!!