


Dicho esto vamos al lío. Esta tarta nos la encargó Rosa, nos dijo que quería una tarta de dinosaurios. Y nosotras pensando, ay madre, cuánto fondant hace falta para hacer un dinosaurio de un tamañito decente?

No me digáis que no quedaron curriños, es que no parecen ni fieros! El bizcocho era de vainilla relleno de ganaché de chocolate negro. Felicidades Aarón (que si me descuido ya cumple los 11) espero que te haya encantado.
Y con esto y un bizcocho, nunca mejor dicho, me voy a dormir, que no os quiero ni contar a qué hora me suena el despertador. Hasta mañana!

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario. Nos encanta saber que has pasado por aquí, un beso!!