
Con su billete, por supuesto, también comestible y de 500!! La inscripción es cosa de los amiguetes, jeje... El bizcocho era brownie de chocolate negro, relleno de ganaché de chocolate negro, cubierto de nutella y mojado en almíbar de vainilla y canela. Nos costó mucho mantener las nalgas firmes el día que la hicimos, ¡qué calorazo! No sabéis la cara que se nos quedó cuando en plena colocación del volantito de en medio se nos empezó a salir el relleno de chocolate hacia fuera, ¡¡¡¡nooooooooooo!!!!

En fin, no sabéis las fatiguitas que se pasan a veces. Lo importante es que la tarta llegó entera al evento, que los chicos la disfrutaron y sabemos a ciencia cierta que se lo pasaron de miedo
